Llegar lejos en política no es precisamente sencillo, y menos aún en esta época que nos ha tocado vivir. Hoy en día, la polarización de las ideologías se hace más patente que nunca. La fuerza de las redes sociales es inmensa, y puede incluso llegar a cambiar el signo político de un país y del mundo entero. Se podría llegar a pensar que la voz del pueblo pesa más que nunca, pero esa voz que sale de Internet no es más que una versión manipulada y sesgada de la opinión pública. Los políticos son expertos en el arte de la manipulación y por tanto, han sabido sacarle partido a esta nueva era. La confrontación, la generación de enemigos por todas partes, parece estar funcionando en muchos países como medio para llegar al poder. Y es que la falta de escrúpulos parece un requisito indispensable si queremos destacar en este sector.
Argentina tampoco ha estado exenta de escándalos políticos en los últimos años. Un país que ha vivido épocas muy convulsas, con dictaduras hasta no hace tanto, y que se ha dejado llevar en muchos momentos por el populismo. Gente como Cristina Fernández de Kischner polariza la opinión pública, la amás o la odiás. El caso de Mauricio Macri es igualmente destacado, ya que supone el prototipo de “hombre exitosos” que logra llegar a lo más alto por sus propios méritos… y un poco de ayuda.- Macri se convirtió en 2015 en Presidente de la República de Argentina y ostentó el cargo durante cuatro años, saliendo justo antes de toda la crisis que ha provocado el COVID-19. Fue una etapa relativamente tranquila, aunque también con muchas polémicas. Acá se vive todo con pasión, incluyendo la política, y los partidos, más que votantes, tienen forofos. Es por eso que las figuras como la de Macri se ensalzan o se desprestigian de una forma desaforada, con o sin razón. Muchas son las críticas vertidas contra el presidente en su mandato, pero hubo una que llamó la atención especialmente, al incluir una acusación grave sobre prostitución…
Quién es Mauricio Macri
Mauricio Macri nació en Tandil, provincia de Buenos Aires, en 1959. Luego de graduarse como Ingeniero Civil comenzó a trabajar en el holding empresarial de su padre, Franco Macri, uno de los más importantes del país. Desde ahí, el joven Mauricio comenzó a ganar dinero y prestigio para sacar adelante sus propios proyectos. Su gusto por el fútbol le hizo también convertirse en Presidente de uno de los clubes más importantes del país, Boca Juniors, entre 1995 y 2007. En esta época, el club vive algunos de sus logros más importantes y consigue numerosos títulos. La fama de Macri sigue aumentando, y su éxito con los negocios le lleva también a plantearse dar el salto definitivo a la política.
Lo hace justo en 2007, presentándose a las elecciones para Gobernador de Buenos Aires, la ciudad en la que ha vivido prácticamente toda su vida. Anteriormente ya se había presentado a unas elecciones, pero había perdido. Con su nuevo proyecto, Propuesta Republicana, consiguió el apoyo de los porteños y se destacó en los comicios, llegando a ganarlos. Desde 2007 a 2015, Macri gobernó en la capital de la nación, ganando incluso más popularidad a nivel nacional. Y fue así como en 2015 logró convertirse en el primer Presidente de un partido no tradicionalista en Argentina. Con una coalición de centroderecha, Macri venció al oficialismo y al kischnerismo, logrando auparse en el poder y cumpliendo su mandato hasta 2019. Al terminarlo, Macri volvió a su faceta más futbolística, esta vez convirtiéndose en un alto cargo de la FIFA, la Federación Internacional de Fútbol.
La campaña a la reelección en 2011
En 2011, Mauricio Macri saboreaba las mieles del éxito en todos los sentidos. Había llegado muy lejos en los negocios, lo había conseguido prácticamente todo con Boca Juniors y era Gobernante en Buenos Aires, con claras aspiraciones a llegar a la Presidencia. Sabiendo que el camino iba a ser largo y lleno de obstáculos, el político decidió continuar cuatro años más en ese cargo para preparar bien su asalto a la Casa Rosada. Eso incluía, por supuesto, ser reelegido para un segundo mandato como Gobernante de la ciudad porteña. Sus cuatro primeros años coincidieron con la crisis económica mundial, pero la mayoría de ciudadanos parecían contentos con su gestión. Macri, sin embargo, trató de asegurarse la reelección por todos los medios, así tuviera que llevar a cabo alianzas poco claras…
Proxenetas financiando la candidatura
La financiación de los partidos políticos siempre ha sido un tema muy polémico, no solo en Argentina, sino en todo el mundo. Hacer política con fondos públicos parece un insulto a los ciudadanos, que no pagan impuestos para financiar mítines ni campañas. Así pues, los partidos deben buscar otro tipo de financiación, y acuden a quien tiene el dinero. Empresarios de éxito, gente con poder que busca seguramente tenerlo por más tiempo, o llevarlo más allá. Las alianzas entre políticos y empresarios están a la orden del día, y aunque este tipo de conexiones puedan llegar a convertirse en claros ejemplos de corrupción, no parecen alertar demasiado a los votantes. Es así como Macri pudo verse involucrado con un grupo de proxenetas en su campaña de reelección a la alcaldía de Buenos Aires en 2011.
Según los datos conocidos gracias a la denuncia de una joven argentina, Macri y su equipo habrían recibido fondos directos de un capo de la trata y la prostitución. Raúl Martins es un poderoso empresario argentino dueño de varios clubes y prostíbulos en Buenos Aires y Cancún. A través de diversas reuniones, Martins entrega fondos a Ríos y Alonso, dos hombres importantes del equipo de Macri, para financiar la campaña del político. Pero estos fondos no salen gratis, claro está. Lo que busca Martins es mantener a la policía y a la justicia alejadas de sus locales, que según las denuncias, no cuentan con un mínimo de seguridad ni para clientes ni para las chicas. La denunciante es precisamente la hija de Martins, Lorena Cristina, quien aporta emails, fotos y conversaciones como prueba de esta conexión.
La denuncia de la ONG La Alameda
La información llega a Argentina poco después de la reelección, en enero de 2012, a través de la ONG La Alameda. Esta asociación no lucrativa trata de proteger y ayudar a las mujeres en situación de exclusión, especialmente aquellas que se dedican o se han dedicado a la prostitución. La asociación finalmente demanda a Macri y a su entorno por recibir financiación de estos oscuros negocios que, si bien son legales, parecen estar involucrados en temas de esclavitud sexual, algo totalmente intolerable. Macri se mantuvo siempre al margen de esta polémica, tanto es así que poco después llegó a ser Presidente, y aquella denuncia pareció quedar en nada. La sombra de sospecha, sin embargo, sigue sobre cualquier campaña de financiación política, haciendo que esos fondos que se obtienen se vean como un arma de doble filo.